En la noche fría dejan sus moradas,
viniendo a este mundo a expiar las culpas.
Mas después de las nueve y en lontananza
multitud de luces caminan sin rumbo.
Sigo la procesión con un hacha de cera,
soy una parte de ellos que aterroriza la aldea,
entablo amistad con fantasmas y visiones,
bañando en terror a los pobres de espíritu.
¡A Santa Compaña!
Ciérranse ventanas, atráncase puertas,
¡Encomiéndate al Santo! ¡A Santa Compaña!
Son las almas en pena que salen de la iglesia
con la cruz y el escano vagan por los contornos.
Por la cerradura sacan a los dormidos
para que se unan a ellos y a su tan lúgubre marcha.
Mas pobre de aquel que no pase por muerto,
porque le entregan un cirio y ese no vuelve a su lecho.
Sigo la procesión con un hacha de cera,
soy una parte de ellos que aterroriza la aldea,
entablo amistad con fantasmas y visiones,
bañando en terror a los pobres de espíritu.
¡A Santa Compaña!
Sigo la procesión con un hacha de cera,
soy una parte de ellos que aterroriza la aldea,
entablo amistad con fantasmas y visiones,
bañando en terror a los pobres de espíritu.
¡A Santa Compaña!
En los comienzos de esté blog, allá por octubre de 2009 ya dimos entrada a los grandes Golpes Bajos con el mítico Malos Tiempos para la Lírica.
Grupo vigués de corta duración (1982-1985) formado por Germán Coppini (ex de Siniestro Total), Teo Cardalda (posteriormente líder de Cómplices), Pablo Novoa y Luis García, que dispone de un gran puñado de buenísimas canciones pese a su corta andadura musical.
Editaron solamente tres discos, un primer E.P. llamado Golpes Bajos (1983), el L.P. de 1984 A Santa Compaña y el L.P. Devocionario de 1985.
Hoy, y aprovechando la Festividad de Todos los Santos, compartimos uno de sus mejores temas, y posiblemente entre los mejores de toda aquella mítica década de los 80´
La Santa Compaña es una leyenda popular de Galicia y el noroeste de la península ibérica, sobre una procesión de ánimas que salen en procesión, precedidos por una persona viva que lleva la cruz y porta el caldero de agua bendita, y que no puede, bajo ningún pretexto volver la cabeza.
Esta misma leyenda, con variantes, está también presente en la mitología asturiana (donde es conocida como la Güestia), y en zonas como León (provincias de Zamora, León y Salamanca) y Extremadura, norte de Portugal, y por extensión a toda su frontera con España, es muy conocida así en los lindes con Huelva, sobre todo en Ayamonte, Villablanca y toda la ribera del Guadiana, también en otras zonas de Castilla, bajo la denominación de Estantigua, incluso en zonas de Granada (provincias de Malaga, Granada y Almería).
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